Mary mi esposa y yo (Luis) somos una pareja como cualquiera. Adultos maduros, dos hijos, profesionales una vida próspera llenos de felicidad, tomamos muy en cuenta nuestras amistades de hecho la historia que relatamos tiene mucho que ver con la amistad.
Todo comenzó con un evento social al cual asistimos en compañía de mi socio Juan y su esposa Zaira (contemporáneos con nosotros 35 y 39 años respectivamente un hijo), además del evento estábamos celebrando la conclusión de un negocio que nos aportó buenos dividendos por esa razón estábamos más alegres que lo habitual, transcurrió el tiempo entre copas y chistes, realmente el evento no resultó tan atractivo, pero nosotros estábamos de buena honda gracias a la compañía las copas y el negocio bien hecho.
Decidimos que ya llegaba la hora de marcharnos, Juan y Zaira estaban algo alegres y nos daba miedo que manejaran hasta su casa así que, propusimos que dejaran su carro, nosotros los llevaríamos y que en la mañana recogieran su vehículo, estos aceptaron gustosos.
En el camino seguimos hablando haciendo bromas, cuando llegamos, Zaira propuso que nos quedáramos para un brindis por nuestro éxito, una vez en la casa, Zaira saca una botella de champaña que tenía enfriando y dice que ya en confianza se va a poner más cómoda y nos pregunta si nos importa si se quita el vestido.
Realmente mi esposa y yo somos muy abiertos en ese sentido incluso practicamos frecuentemente el nudismo y no lo ocultamos a nuestras amistades, lo que nos extrañó es el hecho de que Juan y Zaira son una pareja muy reservada, en fin lo tomamos con naturalidad, Zaira se despojó de su vestido y quedó en bragas.
He de confesar que me causó cierta excitación a pesar de que como dije somos nudistas, mi esposa se unió quitándose su vestido y Juan propone que nos metamos en el jacuzzi del jardín que allí el brindis es mejor, aceptamos nos quitamos la ropa, mi amigo Juan tenía una gran erección, yo también estaba como un poste por lo inesperado de la situación.
Exhibíamos con naturalidad nuestro empalme y nuestras mujeres se les notaba un morbo impresionante, Zaira confiesa que es primera vez que se atrevían a desnudarse delante de otras personas pero que se sentía muy cómoda con nosotros, nos metimos en el jacuzzi, brindamos, Juan estaba sentado en el borde del jacuzzi exhibiendo su erección y Mary le dice a Zaira que no hay nada que le guste ver más que un pene bien erecto, a lo que esta asiente y toma el pene de Juan.
Empieza a frotarlo suavemente de arriba hacia abajo, Juan suelta un gemido, nuestra cara era de morbo total, en eso yo me levanto y Mary toma mi pene y lo acaricia suavemente con su lengua, los cuatro estábamos experimentando una escena nunca vivida y jamás pensada.
Me estaban dando una mamada fenomenal enfrente de nuestros grandes amigos y estos estaban en lo mismo, para estar más cómodo me recuesto al borde del jacuzzi y mi esposa se pone en cuatro patas para seguir mamando mi pene, su culo apunta directamente a Juan que tiene una vista fenomenal de los agujeritos de mi esposa.
Noto que este empieza a acariciarle la concha y Mary aumenta frenéticamente el ritmo de la mamada, se siente excitadísima, realmente me fascina la escena, jamás pensé que me fuera a gustar ver a un amigo dándole una mamada a mi esposa, en ese instante se acerca Zaira y se agacha en mi cara poniendo su concha en mi boca, voy lamiendo lenta y rítmicamente su hermoso y afeitado chochito, estábamos frenéticos, mi esposa suelta mi polla y le dice a Juan que le chupe el culo, este obedece y lo único que se escucha son gemidos de placer.
Zaira dirige su cabeza a mi polla para quedar en un 69, aprovecho mojar un dedo con saliva para darle un masaje suave en su culo, Juan propone pasar a la habitación para estar más cómodos.
Entramos al cuarto mojados, prácticamente nos secamos con las sábanas, Juan se acuesta en la cama y Mary se pone encima de él introduciéndose toda la polla en el chochito, cabalgando lenta y rítmicamente, Juan le acaricia el culo con su mano, era una escena excitante por mi parte puse a Zaira apoyada en un sillón frente a la cama y le introduje el pene por detrás, poco a poco fue aumentando el ritmo hasta que acabamos los cuatro, ambas chorreaban esperma por sus chochitos, por mi parte la cantidad de esperma que bombeé fue impresionante.
Nos acostamos los cuatro con una gran sonrisa y sin saber que decir yo exclamé, que jamás pensé en hacer algo así en mi vida pero que por mi parte había experimentado algo que me hacia ver la vida diferente, estaba feliz lo mismo dijo Mary incluso Zaira dijo que le agradó mucho que fuéramos nosotros, que sentía que nuestra relación se había estrechado, nos quedamos dormidos, al rato me despierta la vejiga, me dirijo al baño a orinar y mi esposa me sigue mientras estoy orinando esta me dice que esta excitada y que quiere que la posea, me da un beso profundo, le digo que en el baño es incómodo, que salgamos de la habitación para no despertar a nadie.
Mientras salimos Juan se levanta con el ruido y Mary lo invita a seguirnos hasta la sala, Mary empieza a darnos una mamada conjunta lamiendo las dos pollas y luego le dice a Juan que le chupe el culo, Juan asiente y cumple la orden cabalmente, acto seguido Mary se introduce mi pene en su vagina y le pide a Juan que le penetre el culo. La excitación de los tres era mayúscula.
Mary no contenía sus emociones y gritaba desaforada por la excitación acabamos los tres y nos dimos cuenta de la presencia de Zaira que había presenciado el acto desde la escalera, exclama, eso parece que fue muy bueno así que reclamo el mismo trato, no tardamos mucho en reactivar nuestra erección y poco después estaba penetrando el culo rosado de Zaira mientras su esposo la poseía por la vagina.
La sensación es muy plajustifya nunca la habíamos experimentado creo que lo que siente una mujer es indescriptible ya que tanto Zaira como Mary confesaron un placer nunca vivido.
Después de este encuentro seguimos siendo muy amigos nuestras vidas en pareja mejoraron y seguimos teniendo encuentros los cuatro.
